Raúl Obregón Torres, de nombre político "Pablo", fue miembro del Destacamento Toqui Lautaro tras ingresar clandestinamente al país en el marco de la Operación Retorno. Su gran aspiración era continuar las luchas revolucionarias en América Latina, tras vencer a la dictadura militar en Chile.
Durante la década de los 70 se desempeña como técnico topógrafo en la planta IANSA de Curicó, integrando el Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR) dentro de su militancia mirista.
Tras el golpe de Estado, es detenido en la misma ciudad a fines de junio de 1974 , donde permanece prisionero por 3 años. En junio de 1977 por medio de la conmutación de cárcel por exilio, sale del país con destino a Suecia.
Dentro del Destacamento, fue encargado de inteligencia, manteniendo bajo resguardo documentos estratégicos y personales de los militantes. Pablo es recordado como un trabajador responsable, exigente, solidario y sencillo, siendo respetado y admirado por sus compañeros. Fue un militante serio y un revolucionario durante toda su vida, hasta su caída en combate el 13 de septiembre de 1981 en las montañas de Neltume a los 31 años.