"Se hacían unas tremendas filas de gente, todos contentos daban las gracias. La gente salía con los carros llenos y con las matas de acelga que le pasaban la cabeza, y uno disfrutaba de eso. Asi, hasta que llegó el Golpe." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Al principio, los mismos campesinos atendía,n pero después pusimos cajera, ordenamos los mesones donde se ponían las verduras. Yo me fuí a vivir a lo que eran las oficinas del matadero. Ahí pusimos mi casa porque éramos los cuidadores. Poco antes del mes ya llegaban cantidades de productos: verduras, conservas de la Copihue y de Pelark, también llegaban huevos y pollos." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Las reuniones eran casi siempre allá en el fundo, donde nosotros vivíamos, porque allá estábamos en toma. Ahí surge la idea entre los mismos campesinos de poder vender los productor directamente a los consumidores, sin pasar por intermediarios. Se pensó en el matadero que estaba abandonado." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Nos juntamos al frente de la contraloría y me pasó uno. Eso para nosotros fue espectacular, antes pasábamos toda la noche imprimiendo con un rodillo, compaginábamos a mano... en cambio, con el mimeógrafo salía todo listo, llegar y corchetear. La necesidad nos empujaba a buscar y vivir con lo mínimo. No teníamos más recursos que lo que aportaba cada cual." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Pasaron cosas increíbles. recuerdo que un día me econtré con un mapuche y me dijo que estaban desarmando el Instituto de Desarrollo Indígena que había hecho Allende, y me dijo que había un montón de máquinas y mimeógrafos." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Una vez hicimos un rayado en la calle Regina Pacis, frente al Campus Oriente. Era un orgullo ver ese mural que decía algo así como: "La resistenica popular triunfará". Trabajamos con alquitrán que es súper dificial de borrar. Había escasez de recursos y mucho control policial y militar en las calles." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Luego entré a Filosofía en la Católica. En ese tiempo hicimos gasrtas cosas. Una de las tareas tenía que ver con formas comités de resistencia y formaron varios allí. Había que dar conducción a esos grupos y mantenerlos, reunirse, informarlos. Producir "El Rebelde", nuestro periódico, venderlo y organizar acciones de propaganda" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Se nos ocurrió rayar todas las micros con esto de que viene el contragolpe. No teníamos ni plumones, así que con lápices de cera hacíamos los rayados. Ni siquiera podíamos conceptualizar el tema de levantar un mural, solo sabíamos que algo había que hacer" (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).
"Me enrolé en los equipos de resistencia después del golpe. En momentos en que estaba todo desarticulado. Después que levantaron el toque de queda, hicimos las primeras pegatinas de unas estampillas. Las fuimos a pegar al regimiento de infanteria de San Bernardo. Ni siquiera decían algo de la resistencia, decían algo como "ya viene el contragolpe"." (Extracto que acompaña a la ilustración en el libro).